CUARESMA
  
         Ya el Señor del Consuelo nos aguarda a los pies de la Madre del Carmen, en el altar, y nuestras frentes vuelven a quedar marcadas con la ceniza que nos preludian una nueva Semana Santa y nos deja en la Penitencia y la espera, sin descanso de la Cuaresma de meses en la que se convirtió nuestra Estación de Penitencia el pasado año 2014.

   Una espera que los cofrades hacemos como cristianos diferentes y no por eso, peores ni mejores.  Diferentes, no por falta de formación, ya que, al fin y al cabo, ésta no es más que un valor teórico que si no se mueve desde la Fe, no dejan de ser una contradicción para nosotros mismos. Sino porque nuestras cofradías y nuestra Semana Santa se potencian desde la verdad, sin quedarnos en la epidermis de los sentidos, sino enseñando desde nuestra humildad y profundizando en el corazón desde la estética que le es inherente.

  Así como ejemplo, los pasos pueden verse de canastilla hacia abajo y admirar su movimiento y el trabajo de las cuadrillas de costaleros, pero es un sinsentido si antes no se contempla una visión general del conjunto y reconocemos que, de canastilla hacia arriba, en el misterio que se representa de la Pasión, es donde aprendemos de la encarnación de Dios y nuestro corazón se encuentra fácilmente con Él.

 Santa Teresa dijo: “Cuando Jesús caminaba por el mundo bastaba tocar sus ropas para quedar curado; ¿Qué no hará entrando en nuestros corazones?” Esta es la visión que os invito a compartir. Porque si algo nos dejo marcado Santa Teresa de Jesús es su inconformismo ante el alejamiento de Cristo y su  diferente postura de estar cerca de Dios, pero de forma perenne, como en una eterna Cuaresma en la que la espera la llena de júbilo hasta el éxtasis.
  
   Así  planteó el dogma carmelita: “Demostrar a Dios con obras, palabras, sufrimientos y pensamientos que se le ama con todo el corazón; y obtener que otros lo amen también.” Decid sí no es esta una descripción perfecta de la vida de los que decimos ser cofrades y de cómo debe ser nuestro camino en la Cuaresma.

   Una nueva Cuaresma en la que Pusillus Grex ya asimiló su ritmo y el compás que a diario marca su vida de hermandad. Debemos tener presente cuestiones de este tipo y para comenzar a profundizar en la oración y llegar a Cristo desde el corazón, pero sin olvidarnos de nuestros orígenes y, que la hermandad, como la familia, sea un apoyo fundamental que nunca falle.

  Porque, de una forma u otra, nuestra hermandad no deja de ser un reflejo mismo de la sociedad. Síntoma de que somos grupos que vamos al son de los tiempos y que evolucionamos con ellos. Pensamientos que son fruto de las mismas personas que conforman barrios, ciudades y países, con las mismas virtudes, defectos, ansias, temores… pero con la seguridad de vivir y caminar por la vida desde la Fe. Esta Fe es la limosna de la que debemos beber todos como Iglesia. 

Rocio Campuzano Guerrrero
APROBADOS LOS ESTATUTOS Y EL REGLAMENTO 
INTERNO DE NUESTRA 
HERMANDAD
Nos es grato comunicaros que hemos recibido la notificación oficial de la aprobación de los Estatutos y del Reglamento Interno de nuestra Hermandad.

Próximamente estableceremos un enlace desde el cual podrán acceder a ellos.