LA CUARESMA, CAMINO HACIA LA PASCUA
Tiempo de escucha y de oración, de preparación y de renovación de fe, de reconciliación con Dios y con nuestros hermanos.
Tiempo de conversión que, este año de manera especial, nuestra Hermandad vivirá con gozo e intensidad hacía el misterio Pascual del Señor.
CARTA DE NUESTRO PÁRROCO Y DIRECTOR ESPIRITUAL
Deseo comenzar con un saludo cordial a nuestra nueva y
querida hermandad del Pusillus Grex, tanto para su Junta de Gobierno
como para todos y cada uno de los hermanos y hermanas que la componen. Espero
que esta primera salida como Hermandad, marque vuestras futuras estaciones de
penitencia y de un modo especial vuestras vidas con un seguimiento más intenso
de Jesucristo, siguiendo el ejemplo de su Madre Santísima.
En la Semana Santa, la Semana Mayor por excelencia, se
nos hará presente de un modo especial el amor de Dios, encarnado en su Hijo
Jesús, quien se entregó a la muerte “en vez de nosotros” y llenó nuestra vida
de Luz y Esperanza con su resurrección. Él nos invita a seguir sus huellas, a
cambiar y ser mejores, a regir nuestra vida según su mensaje de salvación, a convertirnos,
a hacernos de nuevo, a resucitar a un modo nuevo de relaciones humanas.
Pero todo acontecimiento o decisión importante exige
un periodo de reflexión, por ello, la Iglesia nos invita a preparar este paso
del Señor por nuestras vidas con un tiempo que en la liturgia se llama fuerte,
la cuaresma. Se nos invita a la oración, abriendo el corazón a
Dios para sea Él quien dirija mi vida; al ayuno, en el sentido de no
dejarme llevar por mis primeros impulsos y deseos; a la limosna,
desprendiéndome de cosas en favor de los pobres, reconociendo así que todo lo
que poseo es un regalo recibido de Dios.
Así pues, cuando los cristianos celebramos los Santos
Oficios o contemplamos en las calles las imágenes de la pasión, cuando una
hermandad cumple su estación de penitencia, no lo hacemos como meros
espectadores ante un espectáculo más o menos bello, sino que nos sentimos
implicados, inmersos en el misterio del Dios que nos llama a seguirle. Es esto
lo que significa hacer manifestación pública de la fe que profesamos. Por ello,
cada cuaresma, cada Semana Santa, debería constituir un impulso para ser
mejores, dejar en nuestro ser una huella imborrable.
Es una gran responsabilidad comenzar a caminar, porque
los inicios marcan el rumbo y comenzamos a escribir nuestra historia en un
determinado sentido. Y el Pusillus Grex inicia este año su andadura como
hermandad.
Mi deseo y mi confianza es que siempre os dejéis guiar
por la luz de Jesucristo. Sin Él andaremos perdidos en la oscuridad de este
mundo. Que el Señor os conceda una buena estación de penitencia en lo externo y
que deje huella en vuestro interior.
D. José Palomas Agout,