Se trata de unas garras en bronce con la técnica de la
fundición a la cera perdida. Las mismas se basan en los remates de las patas de
estilo imperio de la Corte usado para la decoración de interiores y mobiliario,
que solían están terminados en patas de águilas o de elementos de animales mitológicos,
cuyo alto vuelo que se aproxima al sol simboliza un principio de
espiritualidad, pero que también simboliza el poder asemejado a la realeza. De esta
forma, el acabado de las patas de la parihuela hace que la estructura del paso
forme parte del conjunto, como un todo.
El diseño original es de N.H.D. Jesús Guerrero García,
realizada por el taller de Orfebrería Bernet y adaptadas a la parihuela por la
cerrajería de Rafael Pecho de Sanlúcar.