NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE ATAVIADA PARA CUARESMA

En María resplandece la esperanza confiada del misterioso futuro, iniciado con la muerte de su Hijo crucificado. Las palabras de Jesús resuenan en su corazón en la hora dramática del Calvario, suscitando la espera y el anhelo de la Resurrección.
La esperanza de María al pie de la cruz encierra una luz más fuerte que la oscuridad que reina en muchos corazones: ante el sacrificio redentor, nace en María la esperanza de la Iglesia y de la humanidad.
(L'Osservatore Romano, edición semanal del 4-IV-97)